La Fundación Juegaterapia nació en la primavera de 2010. Mónica Esteban, su fundadora, le dio una Play Station a un niño que estaba recibiendo tratamiento de quimioterapia en el hospital e inmediatamente pudo ver cómo el pequeño se animaba y afrontaba su enfermedad con una sonrisa. Desde entonces, cada día recibimos consolas de parte de empresas y particulares, tablets y videojuegos y los donamos a las áreas pediátricas de diferentes hospitales. Cada equipo lleva una etiqueta con los datos del donante para que el niño que lo reciba pueda mandarle un mensaje con un inmenso ¡Gracias! Contamos con grandes ayudantes y partners que nos facilitan mucho la vida, como ENVIALIA, que nos ofrece la posibilidad de traer hasta nuestro almacén, de forma gratuita, consolas y juegos desde cualquier punto de España. En Juegaterapia sabemos que las azoteas de los hospitales, esos espacios grises e inutilizados, pueden convertirse en preciosos espacios para jugar. Por eso hemos construido un Jardín en la azotea del Hospital La Paz, otro en el Hospital 12 de Octubre, un tercero en el Hospital La Fe de Valencia, un cuarto en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid y recaudamos fondos para construir el quinto en el Hospital Materno Infantil de Málaga. Después subiremos a otra azotea. Y a otra. Hasta que todos los niños ingresados puedan jugar, frente a una pantalla o bajo los rayos del sol.
Desde que comenzamos a visitar hospitales y donar consolas hemos podido comprobar diariamente los beneficios que el juego tiene en los niños hospitalizados. Al estar fuera de casa, alejados de los suyos y en un entorno desconocido, la experiencia hospitalaria a menudo les intimida.
En ese momento, los videojuegos, la tablet y la posibilidad de disfrutar de un jardín dentro del hospi, de contar con un entorno positivo y rico en estímulos se convierten en un medio fundamental para conectarle con el mundo y hacer que se olvide de dónde está, al menos durante el tiempo que dura la partida.