El poder de la felicidad y la ilusión en los más peques
El poder de la felicidad y la ilusión en los más peques
Cuando se acerca la Navidad, el mundo parece volverse un lugar diferente. Sin embargo, el deseo de tener cosas materiales no debería transformar nuestra realidad. El planeta se resiente cuando nos centramos en lo que poseemos y nos olvidamos de la naturaleza que nos rodea. Gracias al poder de la felicidad, vosotros, niños y niñas, podéis hacer que la Tierra también sonría esta Navidad.
Qué sucede en el planeta
Desde que Neala y yo, Darwin, salimos de nuestra isla para llevar a cabo nuestra misión, nos hemos dado cuenta de muchas cosas. Como supongo que recuerdas, dado que los seres humanos ya no se preocupan por el planeta como deberían, yo ya ni siquiera tengo mi poder para cuidar de la naturaleza.
Aunque no lo creas, todo en la Tierra está relacionado. Las acciones que unos tienen nos afectan a los demás, y también sucede al contrario. Es, por eso mismo, que la desconexión de los adultos con aquello que les rodea ha terminado por afectarme a mí. Pero por suerte, no todo está perdido, ya que mientras haya niños y niñas, podremos seguir utilizando vuestro poder de la felicidad y de la ilusión.
Cuando las personas llegan a cierta edad, toman la decisión de dejar de jugar y pasan casi todo su tiempo trabajando, y pierden así el poder de la felicidad. El mundo de los adultos está lleno de responsabilidades, y acaban inmersos en sus rutinas hasta quedar completamente agotados. Sin embargo, el poder de la felicidad de los niños y las niñas es capaz de hacer sonreír a cualquiera, y entre todos y todas podemos recuperar también la ilusión para que la Tierra sea un lugar diferente.
Cómo utilizar el poder de la felicidad
No hay nada más bonito en el mundo que veros a vosotros, los y las peques, sonreír. Y eso los adultos lo saben, así que debéis utilizar vuestro poder de la felicidad para cambiar el planeta. Se trata también de una gran responsabilidad, pero lo único que debéis hacer es mantener la ilusión. Algo que es muy sencillo de lograr en esta época del año.
Durante la Navidad, los humanos se preocupan por su entorno e intentan ser mejores personas. ¡Es por tanto el momento de enseñarles cómo pueden también cuidar del planeta! Dicen que todo aquello que más disfrutamos es gratis, como los abrazos, los besos o el tiempo que pasamos juntos jugando. Los juguetes son también divertidos, aunque lo material no es lo más importante. Vamos a enseñarles la importancia del poder de la felicidad.
Pero hay algo más que tampoco cuesta nada, ¡y es el respeto por el medio ambiente! Esta Navidad, recuerda que la tala de abetos para los árboles o también aquellos fabricados con plásticos, resultan muy dañinos para el planeta. También, coleccionar muchos juguetes, que además traen elaborados envoltorios, hace daño a los recursos de la naturaleza, que a veces son escasos.
Con el poder de la felicidad no necesitamos demasiado para estar contentos. Aprovecha el tiempo que estás en casa en las vacaciones para crear tus propios adornos de Navidad junto a tu familia y para fabricar nuevos juguetes con los recursos que tienes en casa. Lo pasaréis en grande y el planeta os lo agradecerá. Y si mantenemos la ilusión, ¡quizás yo también pueda volver a recuperar mi poder!